Aunque el auge del grabado se dio en la edad moderna y contemporánea, sus raíces se remontan incluso a la prehistoria. Reproducir mecánicamente un dibujo a través de la presión que una máquina ejerce contra una matriz entintada, es como se puede explicar en simple de qué se trata esta expresión artística. En Europa se difundió a partir de la Edad Media. ¿Quién hubiera pensado en ese tiempo que después habría que hacer la diferencia con los póster; o que, en un futuro, existiría una máquina llamada computador que haría grabados digitales? El tiempo pasa y los grabados, como todo, han tenido que actualizarse; pero ha sido justamente en ese proceso que han surgido mitos cuestionando la originalidad de las obras de arte hechas en series. Con este fin hablamos con Iván Lecaros, Master Printer quien realiza muchas de las obras de Sugart.

 

  1. El arte en serie no es original: FALSO

Una obra original es aquella pensada y ejecutada específicamente para un medio determinado, sin que la imagen exista previamente en otro soporte. Para las obras en serie rige el mismo principio, la serie no es más que un grupo de impresos numerados, todos originales.

 

  1. Si la obra tiene certificado de autenticidad, es original: FALSO

Un certificado de autenticidad cualquiera no garantiza que la obra sea efectivamente original, ya que la imagen impresa bien podría ser una simple reproducción de una foto. La obra debe tener un Certificado de Estampa Original el cual debe indicar todos los detalles técnicos de la obra. Su función es certificar que las láminas son efectivamente aprobadas por el artista.

Además, cada una de las obras debe llevar cuños o sellos de agua (también pueden ser timbres especiales) del taller que lo ha hecho, del editor y firma o cuño del artista.  En el caso de Sugart, además de la firma del artista, se usa un cuño para toda la obra digital y dos cuños para todas las otras técnicas: el del taller y el propio de Sugart.  Esto además elimina la posibilidad de falsificaciones, ya que una lámina sin cuños y/o firma no vale y es considera falsa.

 





  1. Las obras de arte seriadas son lo mismo que los pósters que venden en las tiendas de museos: FALSO

Los afiches que venden en las tiendas de museos o en los centros comerciales son reproducciones bastante sencillas, generalmente impresas industrialmente y no poseen las cualidades necesarias de conservación para ser consideradas como obras con calidad de museo. Con reproducciones queremos decir que son fotos de, por ejemplo, la Mona Lisa que uno puede comprar para tenerla en casa.  No son piezas de arte original aunque a veces las enumeren y las presenten en forma de serie con el gancho de decir "edición limitada".

 

  1. El precio de la obra depende del número de serie que sea: FALSO

En el pasado las matrices de grabado se imprimían en números muy grandes para poder vender más y llegar a la mayor cantidad posible de personas.  Los primeros ejemplares presentaban la imagen con todos sus detalles, mientras los impresos finales mostraban el deterioro y desgaste natural de la matriz.  Por eso los ejemplares impresos al comienzo eran más caros. Hoy en día las regulaciones desarrolladas por los mismos grabadores (como el consejo de la Estampa de Quebec) estipulan que dentro de una serie cada ejemplar debe ser igual al anterior.  Ni siquiera el orden de impresión es tomado en cuenta y en una edición formal es posible que el último ejemplar impreso sea marcado como el primero de la serie.  Todos tienen el mismo valor porque la imagen es comparable.

 

  1. El grabado digital no es un grabado: FALSO

Hoy en día, poco a poco, la estampa digital ha ido ganando terreno y está comenzando a ser aceptada. De hecho hay artistas que solo trabajan esta técnica. La condición es que se trate de obras originales y que no sean reproducciones de fotografías de otras obras.  Para validarse también se han sometido al protocolo de nomenclaturas tradicional (BAT, P/A, P/E, etc.).  De esta forma, al hablar de grabado digital, se alude a una impresión digital de alta calidad sobre un sustrato que cumple con los requisitos normales de una estampa de arte (papel libre de ácido, alto gramaje, entre otros).

 

El grabado en los últimos años ha tomado gran relevancia en el mercado internacional, no son pocas las ferias que sólo se dedican a esta técnica. Y, es sin duda, una gran forma de tener obras originales a precios más accesibles, además tienen la virtud de que al ser series, hay más referencias de precios, evitando la opacidad del mercado, uno de los grandes problemas del mundo del arte.