Nada más complejo que enfrentarnos a un muro vacío en nuestra casa y dar en el blanco con las obras de arte que escojamos. ¿Mezclar una pintura clásica con una moderna? ¿Blanco y negro con colores fuertes? Puede sonar muy difícil, pero al final de este artículo te atreverás a combinar y te darás cuenta que no hay por qué tenerle miedo.
Imaginar el arte como la coctelería puede ser quizás la comparación más acertada a la hora de atreverse a combinar diferentes estilos de pintura en una misma muralla. Y es que, tanto en la coctelería como en el arte, existen combinaciones que pueden parecer imposibles, pero finalmente acaban dando paso a una explosión de nuevos e inesperados sabores. ¿O a caso a alguien se le hubiera ocurrido que el Gin, Campari y Vermú rojo quedarían bien? Gracias al Conde Negroni, que en 1919 se atrevió a agregarle a su Americano un toque de ginebra en lugar de soda, que así nació en Italia el famoso cóctel Negroni. La combinación de arte, de la misma forma, es capaz de que estilos aparentemente inconexos den como resultado algo vibrante y totalmente armónico. Atreverse a mezclar, fusionar y articular distintos lenguajes llenos de personalidad es cómo hay que hacerlo, al igual que los mixólogos. El secreto, para dar en el clavo, es crear un espacio que los ojos y la mente vean como un todo.

Aquí los consejos que te ayudarán a crear la más linda art gallery wall, como se les conoce en el mundo de habla inglesa.

- Elegir una paleta de colores limitada: demasiados colores pueden restar valor y provocar justo el efecto que queremos evitar: que cada pieza se sienta como si estuviera sola. Hay que escoger una paleta de colores limitada y repetir alguno que tengas en la decoración de la sala para así lograr la unión de cada elemento. Si no sabes qué colores escoger, el famoso decorador australiano Chris Carroll recomienda en su blog TLC Interiors, trabajar en un estado de ánimo: “Cada pared debe contar una historia o evocar un estado de ánimo. Ese es el punto de partida para hacer bien tu muro. Piensa en el ambiente: ¿es divertido, estimulante, de mal humor, tranquilo, sereno o gráfico?” Respondiendo estas preguntas se te hará mucho más fácil escoger los colores. Un ejemplo de cuadros distintos que pueden ir juntos son las acuarelas y las fotografías florales. Si bien la técnica es muy distinta, el sentimiento que evocan es el mismo y por eso dialogan muy bien. También te puedes atrever a mezclar distintos estados de ánimos, pero no mezcles más de dos porque se puede ver desordenado.
- Pieza de conector: una buena idea para conectar dos estilos de cuadros totalmente distintos es usar una pieza conectora, la cual debe ser de un estilo intermedio entre los dos que se intentan unir. Por ejemplo: usar una obra de arte floral en acuarela entre una fotografía floral y un arte de rayas abstracto de acuarela. Un color común también funciona como esa pieza conectora. La clave está en que se repita en pequeños toques para no abusar de él.
- Marcos: No hay que olvidar el enmarcado, es tan importante que pasa a ser el vestido de la obra de arte. De hecho, puede hacer que la Cenicienta se convierta en una princesa de cuento. Cuando se trata de mezclar arte, lo mejor es utilizar marcos de un período de tiempo similar (ya sea marcos contemporáneos o marcos antiguos juntos). Si mezclas marcos nuevos con viejos de madera puedes romper la cohesión. Pero como la variedad es lo que nos gusta, juega con los tamaños, formas y con incluir o no paspartú. Eso dará frescura. Otro elemento, es mezclar la orientación de cada obra. Si el tamaño será tu elegido para lograr esa variedad, preocúpate de no tener las grandes en un extremo y las pequeñas en otro. ¡A mezclar todo se ha dicho!
- Elegir el foco: es fácil llenar la muralla de hoyos si no tenemos el mapa claro de dónde pondremos cada cuadro. Un buen consejo para ordenar las ubicaciones, es el que nos da el Estudio McGee: elegir el punto focal y construir todo alrededor de él. Lo mejor es armar el bosquejo en el suelo, colocando cada cuadro donde nos gustaría que fuera. Una vez logrado, dibuja la ubicación en un papel, recorta cada espacio y pégalo en la pared. Luego, clava cada cuadro en el lugar del papel, ¡será muy fácil!

Créditos fotos: Catalina Folch