“Nunca corrijo lo que dibujo a mano. Las líneas se van suporponiendo y se van buscando; y ahí quedan”, dice Enrique Napp, ilustrador, arquitecto, diseñador y editor, a propósito de sus dibujos de autos clásicos: ilustraciones que trabaja principalmente de manera análoga y que seducen no solo por su elegancia, su trazo seguro e irreverente, sino también por el relato que hay en ellos.
Desde niño que fue un apasionado por los autos, su estética y su diseño -en clases, no hacía más que dibujarlos- y, de adulto, empezó a coleccionarlos y a probarlos profesionalmente, en eventos nacionales e internacionales: allí se se fue haciendo conocido por sus ilustraciones. Pero su obra ha ido mucho más allá. Enrique Napp parte desde una investigación enfocada en la historia del automóvil y las motocicletas, llena de hitos que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad, generando así una genuina experiencia, que se transforma en vínculo y recuerdo. “Yo dibujo autos, pero detrás de cada uno de ellos hay historias, hay diseñadores, hay una arteria de estilos y de tendencias que son los que yo siempre analicé”, cuenta Napp.
En su natal Argentina se enfocó en su profesión de arquitecto, mientras que en Chile -donde vive desde el año 2000- fundó la primera revista gratuita de estilo de vida del país, East Side, además de liderar diversas iniciativas editoriales. Todo, en medio de constantes viajes para participar en las ferias de coleccionismo de autos clásicos, circuito del cual es parte. Su siguiente paso: radicarse en Italia, para desarrollar una galería y seguir trabajando en su arte.