No hay un solo código o lenguaje que permita encasillar a Simón Sepúlveda, diseñador de profesión, artista prolífico y tremendamente multifacético, que transita por varios estadios de la creación artística. Su trabajo puede ser textil, gráfico, ilustrativo, de animación, de dirección de arte, o de creación de identidades visuales, entre otros. Pero más allá del soporte, coinciden en la visión crítica, a ratos en el humor y en sustentabilidad de la materialidad. Su obra siempre está cargada de contenido que gira en torno a conflictos internos y problemáticas sociales.
Tras realizar un máster en Territorio y Paisaje en la Universidad Diego Portales. En 2014 postuló a la famosísima oficina de diseño de Stefan Sagmeister, en Nueva York. Lo seleccionaron entre 500 personas y lo invitaron a hacer una prueba de tres meses. “Luego me contrataron. Fue como un shock de electricidad. No hablaba casi nada de inglés y no conocía la ciudad. Me puse a trabajar ahí y fue increíble”, ha dicho el artista, quien también ejerció como diseñador senior en Apple, California, para desarrollar toda la identidad gráfica de The Apple Worldwide Developers Conference (WWDC), uno de los hitos más grandes al año de la compañía.
Reciente ganador de premios tan importantes como el Young Guns y Generación 2021 de La Casa Encendida, hoy Sepúlveda está radicado en Barcelona. En su obra logra una atractiva resolución estética, además de una profundidad conceptual. Un talento inusitado que, probablemente, viene desde la influencia de sus padres: “Mi papá es director de cine, televisión y teatro y siempre me mostraba nuevas películas e ir al cine era un panorama normal los fines de semana. Por otro lado, mi mamá es directora de arte y no para nunca de hacer cosas, desde niño me llevaba a su trabajo donde iba aprendiendo nombres de materiales, procesos y otras cosas. En la casa también me entregaba materiales para jugar, entonces el estímulo era constante y cotidiano”.
Obras en colecciones
Fundación Engel.