“Hay quienes escupen lo que piensan y sienten con tanta facilidad. A mi me cuesta. Por eso dibujo, para no acumular”, dice Amparo Phillips, la autora de esta ilustración. Esta delicada ilustración muestra dos perros de espalda, vestidos con poleras sin mangas, que están visitando la playa. La quietud que une a ambos personajes y la sensación de que están mirando hacia el mismo lado muestra que hay entre ellos un entendimiento, que piensan lo mismo aunque no estén hablando.
Un cómplice es más que una buena compañía, es un otro que te acompaña a conquistar tus metas, que te escucha, te quiere y es incondicional. Este vínculo se puede dar entre personas que decidan recorrer la vida juntos, sea como amigos o pareja, pero también con las mascotas. Los perros que dibuja Phillips capturan la esencia de una relación cercana, una camaradería profunda.