Cuando tenía unos 8 años, el libro favorito de Magdalena Pérez de Arce era la Enciclopedia Visual Salvat, grande y colorida, repleta de ilustraciones científicas de plantas, árboles, hojas, aves, peces, dinosaurios. Su casa estaba llena de libros como ese y su familia era amante de la naturaleza, del arte y del patrimonio. De ahí que su infancia estuviera marcada por veraneos en la cordillera, muchas visitas a museos, cientos de dibujos y millones de lápices.
Pero fue al estudiar Ecología y Paisajismo, en la Universidad Central, cuando Magdalena Pérez de Arce se dio cuenta de lo potente que era su pasión por las plantas, el diseño y el arte, gracias sus profesores de Botánica y a su tesis sobre los jardines históricos chilenos, con la que llegó al libro Diario de residencia en Chile (1822) de la inglesa Mary Graham.
En 2005, dos años después de haberse titulado, fundó junto al arquitecto Juan Pablo Moraga, la oficina MPdA Arquitectura +Paisajismo. En ese tiempo, tomó los primeros cursos formales de ilustración botánica, dictados por Universidad Católica y el Jardín Botánico de Edimburgo, y más tarde se formó como Arquitecto del Paisaje y cursó el Diplomado en Diseño de Paisaje UC. Hoy se desempeña como paisajista, además de docente.
Su obra como ilustradora naturalista -que ha expuesto en salones y museos y publicado en libros-, se caracteriza por un estilo artístico realista, absolutamente ligado al naturalismo; su expresión es, sobre todo, análoga, con un hábil trabajo a mano que expresa gran sensibilidad a través de la técnica, del color, y la forma. “Para mí no solo es ilustración. También es coleccionismo y vincularse con objetos naturales y muchas salidas a terreno. Un mundo que me permite vivir de otra manera mi vida familiar y profesional”.